
Deslizarse bajo las piedras como una mano sobre la hoja. Bajo el tilo que da sombra los perros te esperan, te sueñan, como caballos pequeños en una azotea, impredecibles ¿cómo subieron? corren desesperados tu vuelta, campo mellado el pasto por su juego, van vienen, deciden con el olfato, el tiempo es hembra. Una postal como esta es casi una carta dada vuelta, una estampilla en el sobre pegada con saliva en el correo de un pueblo de llanura, que no lo sabe, pero dirige los destinos del papel a toda la tierra.
Lavas los platos con arena, los frotas en la orilla del riacho que corre bajo palmeras en claro de selva. Dos hombres y una mujer descifran un libro, el tantra en italiano, sorbiendo agua de coco. Basta un hachazo certero en el tronco, un hachazo en el aire, para que caiga el coco, incluso sacudir con el alma, que todos caigan para hoy y mañana. Dulzura extraña del fruto, casi amarga, en mitades. Uno de ellos, desnudo en las ramas, se descuelga, no hay vergüenza, aún de vuelta en la ciudad (otros árboles, otra era) vestido con traje arrugado y zapatos viejos no se intimida.
Lavo tazas, lavo vasos, cucharas, rasguño con tierra, juncos, caña, materias del pantano en una playa de mar. Acantilado de arcilla que anida a los guacamayos de colores brillantes que alzan vuelo y bajan, sostenidos en la roca, buscándose a sí mismos , tan pegados, tan juntos, como ovejas de rebaño amenazado. Los indios comen tierra, los pájaros arcilla y los niños, lo que sea. Más lejos, las hormigas que cavan kilómetros abajo y cargan con el peso de las hojas como estibadores en el puerto. Kinshasa a orillas del río, cuando llegan sus barcos a destino el olor a pimienta lacera las narices, nos dice lo negro desconocido de hombres ennegrecidos por el sol y palear carbón.
¿de la pampa a las selvas?
(No importa tanto llegar si lo que cuenta es irse.
Llegar es tomar los caminos que conducen correctos al lugar que en apariencia se desea, itinerario que se prepara como una operación difícil a un paciente grave, que de todos modos, no se salvará)
Claudia Cúneo, 2019
Ph/ Jorge Pirozzi, boceto