I «Nadie, madre, ha sufrido jamás tanto…» Y el rostro ya ido Pero los ojos aun vivos Desde la almohada miraba la ventana, Y llenaban pájaros el cuarto Hacia las migas por el padre esparcidas para distraer a su niño. II Ahora podré besar solo en sueños las confiadas manos… Y pienso, trabajo, Apenas he […]