Añoro ser
la palma de mi mano
izquierda o derecha
tanto da
Esa parte del cuerpo
no mano palma
y hacia arriba
Sostén de algo entrañable,
un secreto que me falta
y ya no tendré
Cualquiera
Las palomas copulan
en la mesa de un bar
alas grises
cubren a la hembra
se escucha el instante
semen adentro
obedecen al vuelo
observo desde mi mesa
por el ojo de una cerradura
imposible
Ganó un viaje por teléfono
embarco rumbo a una isla
playas palmeras malecones
¿acaso, no sabía?
El sol puede ser negro
el mar hervir la sangre
y el azúcar más dulce
prueba de lo amargo
el turismo del dolor
cobra un alto precio
a sus cultores
llora sentada en una piedra
Espesura del aire
entre la cama y la silla
la vena en el cuello
ritmo sostenido,
aquí se dormita
una mano abre el libro
un cuadro de Monet
chopos reflejados en el río
verdes azules
la vena se detiene
en el tiempo inasible
la mano no se acerca
no podría
cierra el libro
como si cerrara una puerta
o la pintara por última vez
Casi un signo
con su desencanto
completo
me dicen parte
agujero en la espera:
esperanza
tramos del silencio
que anda cortado
por la mañana
migajas y café
Claudia Cúneo / 2019
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