Conocí a Pirozzi hace años, cuando Silvia Ambrosini, la directora de la revista Artinf, me pidió que escribiera una reseña de su última muestra.
Recuerdo el impacto del encuentro con la obra de Jorge.
La interpelación del cuadro, que no me sacaba de encima su gran ojo de fuego.
Este video surgió como una idea que le propuse a Seedy González Paz, admirador incondicional de Pirozzi él también.
Surrealismo trasnochado es el nombre de una muestra que hizo Jorge Pirozzi el año pasado, en 2017. González Paz tomó la obra y el personaje de Pirozzi y levantó una construcción que lleva su marca.
Del Pirozzi que pinta, que escribe, del luthier que hace las guitarras más musicales de Buenos Aires, al Pirozzi de González Paz, hay una vasta geografía pictórica-vital que Seedy tuvo que atravesar: la inmensidad del ojo, la sutileza del oído, los fogonazos de la intuición, los márgenes sinuosos de la propia subjetividad.
Sofía González Bonorino