
Flor de todos
Desde el olor
del café
del tabaco
ardiente
aunque en los pulmones
suave.
Una playa
mediodía
los llamados
de las gaviotas
recordé
la infinita
flor de nadie
hacia mí
en su lejanía.
Entonces lloré.
¡Ahora es ya!
¡Ahora es ya!
decía mi corazón.
Y me sentí dichoso.
Paisaje detrás del paisaje
La bella
copa
hipnótica.
Déjala caer
serenamente
rómpela
contra
el suelo.
Soplo
del
gran misterio
llenará
entonces
tus ojos.
Banderas sin color de banderas
Doce
palomas
cruzan
la puerta
del cielo.
¿Amaste
como
el agua
con tenacidad?
Amaste
con
la tenacidad
del agua.
Sólo se llega
a través
de lo otro.
H. A. Murena
ph/ Retrato de H. A. Murena
Poemas de El águila que desaparece / Editorial Alfa Argentina, 1975