(a la memoria de Adriana Aráoz)
-Agitábanse los pastos. Es esto cierto? Y los mismos prados se combaban en el paso más difícil
-Qué prado es éste que sobre sí mismo vuelve empujado por tan grandes ruedas?
MI MANO SOBRE TU FRENTE
-Te vi correr por luminosos pastos verdes que a tu paso se abrían y volteaban luego por sus cantos un goterón sinuoso de sesgado brillo
TU REÍAS
-Tan alto soplaría el viento o eran mis pies alados que también corrían?
-Cómo, si no en sueños, te empujarían tan grandes ruedas?
-Estos ojos míos, cegados casi por la malicia de drenajes y mascarillas
CIMBRA DE LUZ TU FRENTE
FUERA DE ELLA TODO IDO
SEA ASI
Inés Aráoz, Mayo 2019, en la Casa-Barco