Cuatro poemas / Franco Rivero

Pulso

la armonía es escuchar que un grillo
no se superpone a un sapo
ni a una rana
y uno entiende
sin dificultad
sapo
rana
grillo

yo
que no tengo armonía
algo que hago siempre
es acostarme de noche
boca arriba en la ruta

casi nadie pasa aquí
pero no hay silencio

y sobra vía láctea
acostado así

entonces mi corazón
late pequeño entre todo
y soy un anfibio
un insecto más
que entona
por instinto

mi soledad me vuelve afín
me pone en la misma dirección
que el campo

pulso del mundo
suena tan bien
lato tan bien de anfibio
o de insecto
en el mundo

De «disminuya velocidad», Editorial Deacá, 2018.

Psykhé

de chico decía para mí
por qué será
que a donde vaya yo
se traslada la vida
también me preguntaba
qué era eso de despertarme
y sentir
algo que se despierta conmigo
como dentro de mí

sentía el alma
lo supe cuando el tío basilio
me enseñó la palabra
espíritu
y yo le pregunté qué era
y me dijo
es el alma hijo
todos la tenemos
y cómo es
como aire
dijo
como aire

entonces respiraba con miedo
cada vez que me daba cuenta
de que respiraba

tenés que tomar aire antes
de zambullirte
me decían
para tener más alma
pensaba yo
y era lindo andar
por debajo del agua
con un alma
más grande

De «ud no viaja asegurado», Editorial Deacá, 2016.

Petỹ

a mí el campo me entró con el tabaco
por la nariz
después por las manos
la vista

hojas con venas
nunca había visto
las tocaba
como quien no ve

o no cree
en lo que ve
es tabaco
me dijo mamá
era la primera vez
que recuerdo llegar
a casa de la abuela
cuando la vi
ella tenía un cigarro
en la boca
y ese olor

fue como saludar a una planta
como si una planta
me saludara

años después
aún niño
toqué hojas de tabaco secas

el color era oscuro
las venas
estaban intactas

cuando fuimos a vivir
a casa de la abuela
ella me enseñó
a armar cigarros
lashoja más chica
son para hacer chripa
me decía

las colocábamos después
en una hoja más grande

tené que enliarle parejo
me repetía a cada rato
después me mostraba
cómo se pegaba con engrudo
el borde de la hoja
para que el cigarro
no se desarme

también me enseñó a fumar

me gustaba recorrer el campo
a pie
vicheando
buscando nidos
y una vez
encontré un murciélago
en el tronco de un árbol
había un hueco
y él estaba ahí
como escondido
metí la mano
lo toqué
lo alcé
acaricié sus alas
fue como acariciar tabaco
alas como hojas con venas
hojas que son casi tela
hasta en el color
se parecían

me enamoré del murciélago
lo visitaba a diario
y a veces se lo llevaba a la abuela
para mostrarle sus alas
el parecido que había

qué cosa no
decía
no se animaba a tocarlo

anoche en caa catí
alguien sacó unos cigarros
como los de la abuela
después de cenar

el olor el color las venas
volvían a mí
la laguna era como un espíritu
de fondo

hubo guitarra
acordeón
y cajón peruano
para variar
mi chamígo fabián fumaba
con nosotros
lo miraba y pensaba
no le falta nada para ser
de acá

allá volví a ver
manos morochas qué
se parecen a esas hojas
de tela casi
con venas como caminos

me enamoro
de esas manos
el día que ame
él las tendrá así

De «disminuya velocidad», Editorial Deacá, 2018.
* petỹ: tabaco, hojas de tabaco

viste que hay personas
que tienen el corazón como un hogar
que aún sin creer en la palabra
hogar
ese corazón te gusta

bueno
eso
así de simple

De «vos ahora voz», Editorial Deacá, 2014.

Franco Rivero

Ph / Sebatiao Salgado