
Es este vacío repentino de la muerte brotando en el lenguaje de siempre, e inmediatamente el nacimiento de estrellas, a partir de los esplendores pulverizados de su cadáver, que definen la distancia de la poesía. ¿Qué dice Thonis? “Triste Virgen: saludé la Melancolía / más profético esta vez que pensativo / plumas de rocío son la prueba / de un himno cristalino”.
Nieva en Antioquía*
Nieva en Antioquía
una muchacha, un lupanar
los hombres excitados
la quieren poseer, consagrar
la peste está en la nieve
soldados rastrean ciudad
buscan a la muchacha
que no se quiere entregar
viva o muerta la presa
vale tanto vale más
los soldados olfatean
con sospecha el lupanar
la muchacha ha buscado
refugio en el lugar
los placeres de la carne
no parecen hoy ocupar
a quienes están saliendo
uniéndose a los demás
Nieva en Antioqía
estás solo
cuando nieva en Antioquía
estás solo en tu ciudad
Angeles rodean soldados
permanecen ateridos
su cortina invisible es humo
no les es lícito entrar
y en su visión confunden
santuario con lupanar
un telón de nieve dice
que la ciudad nada verá
el más joven, no el más débil
insiste: dice que él entrará
imagina que el demonio
enmascarado allí está
en espejo alguno había visto
tal imagen celestial
Sobre el caldeo llueve fuego
se invoca el libro de Daniel
el mar rojo abre su seno
el violador del templo:
seca mano en escabel
grazna un gavilán y él arde
Ni bien la ve todo cambia
¿qué haces en un lupanar?
le propone cambiar de trajes
para que pueda escapar
«mi casco ocultará
tu rostro y tu cabellera
no hagas como Lot:
sal pronto de este lugar
no mires la ciudad nefanda
no te vuelvas hacia atrás
armados mis pares esperan
tienen ganas de matar»
Nieva en Antioquía
estás solo
amabas una muchacha
nunca entraste a un lupanar
cuando nieva en Antioquía estás solo en tu ciudad
Algunos consultaron la Escritura
los tiempos de que el lobo
habite con el cordero
habían llegado
pero no había mujer alguna
que fuera de lenocinio a cielo
Nieva en Antioquía
estás solo
a una muchacha seguías
sin atreverte a hablar
decías amarla, la soñabas
un día la viste
entrar a un lupanar
Afuera soldados, lobos, famélicos
todos quieren el privilegio
de ultrajar a la doncella
pero el peor estaba adentro
si insiste tanto en que ella salga
es porque la tentación… inflama.
Cuando ella escapa
él recuerda la mutación
de agua en vino
su sangre se derramará
pero otro será el vínculo
Nieva en Antioquía
piensas en la muchacha
si entró en esa casa
porque la perseguían
o para ganarse la vida
quién la salvaría
cuando nieva en Antioquía
estás solo en tu ciudad
La turba lo toma a él
el odio contra ella suma
la traición de quien burló la orden
o fue ayudado por ángeles
pompa estalla
los consuela saber que la sangre
siempre prometió más que el sexo
Lo sentencian a muerte
tras suplicio, cepo
de pronto acude la muchacha
«no acepté, dice, mi libertad
sino para salvar mi orgullo
ahora vengo a dar mi vida
por tu generosidad
no mires la ciudad nefanda
no te vuelvas hacia atrás
qué importa la muerte física
el alma ha vencido ya»
Fueron condenados a una misma ara
un velo se rompió: los ángeles partieron
cuando los hombres despertaron
de su sueño homicida
atisbaron la inmensidad de su crimen
días aciagos visitarían la ciudad
la memoria está hecha de vaga maldad
El soldado más valiente
muere una sola vez
cantaba el poeta de la ciudad
la muchacha esta vez dos veces
los ángeles se habían ido, no nevaba
y todos se odiarían
cada día más
Nieva en Antioquía
una muchacha, un lupanar
decías amarla, la soñabas
no te atreviste a entrar
piensas en tu cobardía
que no nieva en Antioquía
ni tampoco en tu ciudad
Y un día volviste a ver la muchacha
por una calle pasar
la seguiste, entraba a ese lugar
aquel soldado dio su vida
tú pisaste el umbral
pensaste que la peste
podía ser la pureza
que no cesa de nevar
fuiste hacia ella, entraste
su belleza se mustió un poco
cuando oyó que la llamabas
la virgen del lupanar
Ya no nieva en Antiquía
llueve y truena en tu ciudad
la muchacha está sorprendida
de que la puedas amar
afuera se oyen gritos
un loco está clamando
que está cayendo la nieve
y los ángeles vendrán
Ya no nieva en Antioquía
y no sabes qué pensar
tú pisaste el umbral
el otro dio su vida
pensaste: mi historia fue casi igual
le diste cuanto tenías
cuando había que pagar
pero ella… de Antioquía no sabía
su adiós fue formal: gracias, dijo,
gracias, me gano la vida así
y mañana tengo que trabajar
afuera los ángeles se habían ido
la odiarías cada día más
Desde entonces nieva
nieva, nieva en Antioquía
estás solo…
cuando nieva en Antioquía
estás solo en tu ciudad
Luis Thonis / *Eunoe, 1992
ph / Saul Leiter, Kiss, 1952